sábado, 30 de octubre de 2010
Canciones
A mi hermana no le gusta mostrarme la música que le gusta. Es que si ella descubre una canción que le gusta, lo más probable es que a mí también me guste. Y cuando a mí una canción me gusta, la escucho, la escucho, la escucho. Una y otra vez. Sin parar. Me vuelvo adicta. Y eso hace que a mi hermana, esa canción inicialmente genial, la canse, la agote, la agobie. Y en cuestión de pocos días, termina odiándola. Así le arruiné varias de sus canciones preferidas…
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