De repente me puse a pensar y me di cuenta que dentro de muy poco tiempo me voy a tener que poner el maldito bikini… Publicar mis carnes por todo el balneario… Entonces me dije que me tengo que poner las pilas y cuidar un poco la línea: me compré una de esas sopas prehechas y me propuse que esa sería mi cena. Fue como si me hubiera hecho una broma a mí misma. Terminé el bowl y me empecé a reír. ¿Cómo se me ocurrió que iba a funcionar? Cuando pude parar de reírme agarré el teléfono y me encargué una pizza.
¡Una cosa que odio es eso de encontrarse con mil personas conocidas en la playa!
miércoles, 18 de noviembre de 2009
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yo creo que sería ideal salir a la calle con un cuadrado negro adelante, tipo un biombo y que solamente se vea la cara (con opción a que algunos días tampoco se vea la cara)
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