Mc Donald's

Ay cómo odio este paquetito de mayonesa que no logro abrir y hace quince minutos que estoy intentando y ya probé con los dedos, con los dientes, de un costado, del otro y sigue sin abrir!!!
Y para colmo las papas me miran desde ahí, al ladito, irresistibles, y yo no aguanto, y me como unas cuantas y sigo intentando...
Pero claro, ahora con las manos enaceitadas ya no es difícil, es imposible!
Ahhhhhh qué bronca que no me guste la ketchup que parece abrirse tanto más fácil!!!

Médicos

Tener que ir al oculista, al dentista, al endocrinólogo, al alergista,
bueno, hago un esfuerzo y me la banco...
Hasta soy capaz de bancarme ir al psiquiatra...

Pero ir al dermatólogo...

¡Qué cosa que me irrita! Con esa manía de que el sol está tan nocivo que cada lunarcito o manchita puede ser un cáncer en potencia, y por ende debe ser analizado, uno tiene que prepararse para el dermatólogo como para la noche del Prom de las películas….
Depilación (no de emergencia, sino total: piernas, axilas, entrepiernas), ropa interior prolija y haciendo juego, ducha justo antes de ir… ¡El combo entero!

Despegue y aterrizaje

Una cosa que me crispa es el embole que uno se tiene que comer durante el despegue y el aterrizaje al viajar en avión. Por eso de que no se permiten aparatos eléctricos, quiero decir. Cabe destacar que por despegue y aterrizaje no se entienden los cinco minutos que dura la operación, sino la media hora que los precede y sucede. Y durante ese tiempo te quedas ahí, viendo el vacío, pensando en todas esas canciones que le cargaste al Ipod el día anterior esperando ser escuchadas…
Y claro, mientras vos te preguntás qué tendrá que ver tu Mp3 con el funcionamiento del avión y te decís que algo importante debe ser, y que preferís que se tomen mediadas de seguridad a dejarlo a la suerte… te das cuenta que el chico sentado unas filas más adelante, a la izquierda, disimuladamente, cuando la azafata terminó su control, se pone muy tranquilos sus audífonos y agita la cabeza al ritmo de los Rolling !!!

Cerrado automático

Hay una cosa que todos los que vivan o trabajen en algún lugar con una de esas puertas que se trancan solas al cerrarlas, y que una vez cerradas sólo de adentro se pueden abrir sin llaves detestan seguramente como yo…
Es ese instante en que cerrás la puerta, e inmediatamente al cerrarla, con la mano todavía en el pestillo, golpeando la frente contra la puerta te maldecís porque te acabás de dar cuenta que dejaste la llave adentro. Y por supuesto, siempre te das cuenta exactamente un segundo después de mandarte la cagada, cuestión de que no se puedo arreglar pero que el lamento sea máximo.

Brindis

Decíme si no es muy gracioso que cada vez que vas a tomar algo, antes de poder disfrutar del primer sorbo tenés que mirar uno a uno a todos los de tu mesa, quienes te ponen la misma cara de figuras embalsamadas con ojos profundos y espeluznantes que vos les estás poniendo a ellos (esa cara que te hace parecer un perfecto idiota al mismo tiempo que asusta).

Y todo simplemente porque a algún vivo se le ocurrió una vez correr el rumor de que si no se brinda mirando a los ojos a la otra persona no sé bien qué desgracia ocurrirá…

El dedito chico del pie

¿Alguien vio cosa más inútil ?
No, en serio, yo me pregunto ¿para qué está?
Ahí, como en las afueras del pie, siempre estorbando, siempre sobresaliendo de esas sandalias divinas que me quedarían taaaaan perfectas sin él…
Además que no sé el de ustedes, pero el mío es totalmente deforme, y al ser chiquito como que no tiene lugar para una uña normal, entonces la suya parece una desgracia al lado de las otras!

Bueno, perdón, estoy siendo injusta, en realidad no es totalmente inútil… Una función tiene…Está siempre dispuesto a ser golpeado contra el borde de la cama, la pata de la mesa, la puerta o cualquier cosa medio puntiaguda que hace que el dolor te llegue a las entrañas y te salga el viejo y querido grito de
“Laa Reeeeeeeee Cooon……… de tu Maaaaaaadreeeeeeee”

El paso shopping

El paso shopping es mortal.
Eso de que la gente camine así, tranquila, a dos kilómetros por hora, viendo vitrinas, mirando al cielo, tomándose su tiempo, prácticamente pisándose las bolas, mientras vos vas detrás, pensando en las mil cosas que tenés que hacer y el poco tiempo que te queda… let’s be honest, pone histérico a cualquiera!
Te dan ganas de decirles “¡Hace cuadras que venís a este paso! ¿No tenés nada que hacer? ¿Isn’t there some place you have to be?”

Cosas...

Yo creo que las cosas que más detesto son esas cosas muy propicias a perderse. Porque no todas las cosas tienen la misma propensión a perderse. Para la gente que usa lentes, éstos son el más claro ejemplo de esos objetos que podemos pasar horas buscando. El celular es otro. “Pero si lo perdí lo hago sonar y listo” dirán ustedes, pero hay que tener en cuenta que cuando se pierde, muy probablemente estuviera en modo silencioso… Y las llaves… Otra de esas cosas que cada vez que vamos a salir nos atrasan. Y esto vale para cualquier tipo de llaves: cuántos minutos perdés en total al día buscando las llaves de la casa, del auto, de la oficina (ni hablar de la gente con vidas más complejas que tienen hasta llave del candado del gimnasio).
Ah! y hablando de llaves, como me crispa esta llavecita que tengo en el llavero hace varios años y ya ni recuerdo qué abre! Y ni hablar de la llave del candado de la bici que no toco desde los trece, que esta ahí, en ese tachito donde todos los miembros de la familia meten disimuladamente todo lo que no saben para qué sirve…

Mensajes de texto

Qué pena que los celulares no vengan con un manual que diga claramente:
“Señores, si no saben utilizar el diccionario como método para enviar mensajes de texto, pues no lo utilicen, porque sino, el destinatario acabará recibiendo una saga de anagramas y trabalenguas”.

Autoestima

¡Cómo me molesta tener que levantarle el autoestima a la gente! Como a esas minas con terrible figura que vienen y te dicen: "Qué gorda que estoy" "Este vestido me resalta los rollos" "Estoy tan hinchada que no me cierra el pantalón" "Lo que engordé en estas semanas no tiene nombre" y vos, como quien no tuviera nada mejor que hacer, tenés que asegurarles que no, que están hechas unas diosas.

iuh

Algo que me da bastante asco es que la gente me hable con la boca llena. O coma con la boca abierta.
No hay excusas para que tenga que presenciar esa etapa de la descomposicion del alimento.
No las hay.

Dedicáte al baño!

Una cosa que me enfurece de mi madre es su falta de autonomía para bañarse.
Sí, te lo juro, falta de autonomía en la ducha.
Cuando ella se va a bañar, uno se dice para sus adentros "Uy, qué bueno, media horita de paz...".
Pues no, porque en cuanto entra en la ducha y el chorro empieza a correr, los restantes miembros de la familia empezamos a oír el temido alarido entonando nuestros nombres...
"Oliiiiiiiiiiiiiiiiivia decíle a tu padre que no se olvide de pasar a buscar a tu hermano del fútbol"
"Oliiiiiiiiiiiiiiiiivia llama a tu tía a preguntarle a qué hora era la cena"
"Oliiiiiiiiiiiiiiiiivia apagá la lavadora que me está saliendo agua fría!"
Enfin, se dan una idea...
Siempre quise saber si pasaba sólo en mi casa...

Ida al cine, todo un tema...

Una cosa que me molesta mucho pero mucho es la manera que la gente tiene de masticar el pop.
En realidad, mientras yo tenga pop en mi balde está todo bien, ni cuenta me doy.
Pero en cuanto se me termina, y en la sala todavía hay gente que sigue teniendo, me dan ganas de gritar en medio de la película "No es momento de masticar pop!"

También me irrita bastante la gente que se olvida de apagar el celular en la sala, y le suena, interrumpiendo lo mejor de la película. Y más todavía me irrita la gente a la que no solo le suena, sino que lo atiende, y habla bajito, agachándose, como si por eso dejara de ser molesto!

Y bastante me perturba pararme en cuanto se termina la pelicula y prenden las luces, y me doy cuenta que estoy caminando sobre los desechos (pop, chicles, papeles de golosinas) que tiraron al piso los niños de adelante.

La bienvenida al blog

Una cosa que odio de esto de la era de la tecnología es que todos tenemos acceso a una computadora, y por ende, a la red. Es decir que cualquier inoperante de esos que decís "flaco calláte, no ves que no coordinás dos palabras" puede crear un blog, una cuenta de twitter, un facebook y básicamente lo que se le ocurra... Obligándote a enterarte de todas las pelotudeces que dice y hace, con las peores gramáticas y sintaxis imaginables!
Al final, buscás algo en google y de las mil trescientas cincuenta y tres respuestas, cuatro eran lo que esperabas...
Les prometo que este blog no es uno de esos que deberían ser sometidos a una pre-selección.
Va a ser cínico, crítico y gracioso, como yo.
Y basado en historias reales...
Se lo recomiendo, que disfruten !