Érase una vez dos chicas que venían caminando bastante apuradas por la calle. Apuradas, estresadas, cansadas y cargadas. Volvían en realidad a su casa después de un laaaargo viaje. Y a cada paso que se acercaban de su casa, la ansiedad por llegar crecía. Tan ensimismadas iban, que no repararon en la señora que venía siguiéndoles. Para hacerse notar, ésta decide gritarles, suplicando que paren. Las chicas, preguntándose de qué se podría tratar, la miraron fijo, esperando explicación. La señora se las dio:
-“¡Ay, es que vengo intentando pasarlas hace un rato largo y van tan rápido que no puedo!”
Las chicas, obviamente, no entendieron la situación, pero a esa altura de su viaje ya entendían muy pocas situaciones en las que se encontraban…
True Story
(Post dedicado a mi compañera oficial de viajes)
martes, 27 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
conozco a alguien con esa descripcion jajaj
ResponderEliminarmerci, merci. creo q voy aponer un post en tu honor pero te juro q no lo copie, ya lo habia escrito...
PD merci merci
lov ya!!