Estábamos paseando con mi hermano por una de esas grandes avenidas turísticas, cuando pasamos delante de un Starbucks. Yo, entusiasmadísima, por supuesto, le propuse hacer una pausa en nuestro recorrido y entrar a tomar y comer algo. El me contestó:
-“No sé, no me gusta tanto en realidad, el otro día vine con unos amigos, y ¿sabés que sólo sirven café y té? No tienen refrescos… Yo no sabía qué pedirme… Sólo café hay…”
Y ahí, petrificada, me hice por primera vez esa pregunta, que todos en algún momento nos hacemos : Mi hermano, ¿será adoptado?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
por q dios tarde taaanto tiempo en enterarme de esto? no se si es adoptado pero medio alienigena seguro...
ResponderEliminarp.t.e.u.c.